Dylan Stone-Miller, un ingeniero de software de 32 años, se hizo viral en redes sociales al contar su peculiar historia: es el padre biológico de al menos 96 hijos.
Todo comenzó cuando tenía 20 años y estudiaba en la Universidad de Georgia en Estados Unidos. Un día, fue detenido por la policía por conducir bajo los efectos del alcohol. Como castigo, sus padres lo obligaron a pagar su propio abogado.
Para obtener el dinero, Stone-Miller se inscribió como donante remunerado en Xytex, un banco de esperma. Durante seis años, decidió donar varias veces, ganando 100 dólares por cada donación.
Años después, una madre adoptiva llamada Alicia Bowes se puso en contacto con él. Su hija, Harper, había sido concebida con una de sus donaciones.
La noticia le conmovió a Stone-Miller, quien la consideró como su primera hija. Desde entonces, ha dejado su trabajo para concentrarse en la tarea de encontrar a todos sus hijos biológicos.
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Para lograrlo, abrió un grupo de Facebook donde invitó a sumarse a todas las familias que pudieron haberse formado gracias a sus donaciones.
Hasta ahora, ha podido conocer a 26 de sus hijos. Con algunos de ellos, ha organizado visitas regulares.
Esta situación ha provocado que algunas madres no sepan explicarles a los niños el parentesco que tienen con él.
Bowes, por ejemplo, le explicó al Wall Street Journal que ha tenido que pedirle a su hija que vea a Stone-Miller como un donante, no como un padre.
«No quiero que Harper sienta que puede llamarlo de cualquier manera. Él no es su papá y punto. Si lo llamara papá adelante de nosotras, le diríamos directamente: Dylan no es tu papá y nunca será tu papá. No hubo un padre, hubo un donante», enfatizó Bowes.
Sin embargo, el hombre ha dejado claro su intención de tener contacto con cada uno de sus hijos de manera indefinida.
«Siempre me cuesta despedirme de ellos, pero quiero verlos crecer”, admite Stone.
La madre de Stone-Miller, Rebeca Stone, no sabe por qué su hijo quiere localizar a sus hijos biológicos. Sin embargo, se dice contenta al ver las fotos de ellos que a cada tanto le envían.