Los policías venezolanos cuelgan sus chapas y entregan sus armas para emprender el mismo camino que muchos connacionales y emigrar a otros países en búsqueda de mejores oportunidades.
En los últimos meses, las deserciones, renuncias y solicitudes de bajas se multiplicaron. Esto ocurre debido a la crisis económica de Venezuela, la cual obliga a los agentes a buscar mejor calidad de vida en otras fronteras.
Dicha información la dio a conocer Omar Rincón, oficial jefe de una policía local caraqueña. Destaca que como miles más, los policías se enrumban por el Darién. De hecho, él es uno de esos tantos. Cuenta que a mitad de julio emprendió su travesía por ese paraje y finalmente llegó a EEUU hace una semana.
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«Esperé más de un mes a que me dieran mi baja. Vendí mi moto, agarré unos pocos ahorros y me vine», comentó a El País.
Para su travesía, se alistó con comida en lata, galletas y varias mudas de ropa. Agarró lanchas, piraguas y autobuses. También atravesó las trochas de noche. Cuando llegó a Ciudad de México, llevó a cabo la cita para solicitud de ingreso por medio de la aplicación que dispuso el gobierno de EEUU.
«En el camino me encontré a seis compañeros de la policía esperando sus citas, algunos de ellos tomaron la bestia (tren de carga que recorre México y al que se suben de forma irregular los migrantes para llegar a la frontera). Hasta ahora, de mi grupo, soy el único que ya entró a Estados Unidos. Creo que he tenido suerte», mencionó.
MAL PAGA E INJERENCIA POLÍTICA
Hablando de las razones por las que abandonó el cuerpo policial, destacó que pese a tener 15 años de servicio, «todo iba en picada. Me fui por mí, por mi hija».
«La injerencia de la política en la policía ha complicado las cosas. La remuneración salarial, las condiciones, no cuentas con la logística para ejercer la profesión como un funcionario digno», resaltó.
Rincón además detalló que un grupo de policías va en camino hacia EEUU y planea recibirlos.
