Cientos de migrantes, procedentes de Centro y Sudamérica, se lanzaron al río Bravo en la tarde del lunes, con el objetivo de llegar nadando hasta Estados Unidos, de acuerdo al Instituto Nacional de Migración (INM) de México.
Los agentes mexicanos advirtieron a miles de migrantes que no cruzaran el río fronterizo. Sin embargo, cientos de ellos ignoraron la recomendación y se arrojaron al agua para entregarse a la Patrulla Fronteriza estadounidense.
“Ya queremos cruzar, ya no aguantamos más (en México), nos acosan mucho«, declaró Mayerlin, una migrante venezolana, a la agencia de noticias EFE.
Los migrantes llevaban varias semanas en un campamento a las orillas del río Bravo. En este lugar no había condiciones o servicios básicos, de manera que se arrojaron al agua con la esperanza de acelerar su ingreso a Estados Unidos.
“ESTOY CANSADA”
Los agentes del INM y la Guardia Nacional llegaron al río Bravo para pedir a los migrantes que no cruzaran. Algunos agentes dispersaron grupos que pretendían arrojarse al agua, pero cientos de ellos consiguieron alcanzar territorio estadounidense.
«Soy madre soltera, ya estoy cansada, estoy prácticamente durmiendo en la calle con mi hijo todos los días y no tengo alimentos para darle de comer», dijo la venezolana María Hernández.
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De acuerdo a las autoridades, había varios niños entre los grupos de migrantes que cruzaron el río. Los agentes intentaron detenerlos, pero fueron superados por la multitud y llegaron hasta el río.
La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos indicó que interceptó 1.600 migrantes en las últimas 24 horas en el sur de Texas. Mientras tanto, miles se mantienen en la frontera a la espera de una oportunidad para cruzar y cumplir el llamado “sueño americano”.
