Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) detuvieron a una falsa general en jefe de la Guardia Nacional (GN) en Caracas. La mujer se dedicaba a la estafa usando prendas militares para captar a sus víctimas.
Así lo dio a conocer el director del cuerpo detectivesco, comisario Douglas Rico, a través de sus redes sociales.
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La detención la llevaron a cabo funcionarios de la Delegación Municipal Santa Mónica en la avenida Lisandro Alvarado, parroquia San Pedro del municipio Libertador.
Tras ser capturada «por usurpación de funciones y oferta engañosa» fue verificada en el Sistema de Investigación e Información Policial (Siipol), donde presentó un prontuario policial por estafa.
La mujer, identificada como Karla Carolina Adrián, de 53 años; hacía uso de prendas militares, para comercializar boletos aéreos de manera ilícita. En cuanto recibía el pago cortaba «todo tipo de comunicación con las víctimas, perjudicando su patrimonio económico».
Por último, el comisario informó que la mujer quedó a disposición de la Fiscalía 47 del Ministerio Público perteneciente al Área Metropolitana de Caracas (AMC).
ARQUIDIÓCESIS DE CARACAS DENUNCIÓ A FALSO SACERDOTE
Por otra parte, la cancillería de la Arquidiócesis de Caracas denunció este viernes a un falso sacerdote, que se dedicaba a realizar bautizos y bodas en un reconocido club de la capital venezolana, así como en otras «casas de fiesta».
«El sujeto de las imágenes, identificado como Héctor Márquez, que viste alba y casulla NO ES SACERDOTE NI DIÁCONO y está realizando bautizos y bodas en el Club Campestre Los Cortijos, municipio Sucre«, publicó la Arquidiócesis a través de su cuenta de Twitter.
La denuncia se acompañó de fotografías del hombre y un comunicado que recordó que estas actividades no se deben realizar fuera de los recintos eclesiásticos.
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«Por orden expresa de nuestro Arzobispo, Cardenal Baltazar Porras, está prohibida la celebración de cualquier sacramento en clubes y casas de fiesta«, reiteraron.
En este sentido, exhortaron a remitir una carta a los representantes de estos lugares, «que estén dentro de los límites de sus parroquias, para reiterar tal prohibición».
Asimismo, ordenaron a los párrocos a alertar a «sus comunidades sobre este hecho».
