La comisaria Odalis Caldera, experta en materia de seguridad y orden público, consideró que los organismos de seguridad en el país se tienen que coordinar para evitar que sigan ocurriendo casos como lo vivido el pasado fin de semana en dos comercios del estado Zulia.
Caldera destacó el trabajo que ha venido haciendo la unidad antiextorsión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). En este sentido, urgió que todos los organismos se articulen para mandarle un firme mensaje a estos grupos delictivos.
«El delito que más se está dando en Venezuela es la extorsión y el robo de vehículos. Mientras que el hurto y robo de residencias se mantiene. El secuestro ha bajado. Sin embargo, ya empezamos a ver algunos casos a través de redes sociales», destacó en entrevista con Román Lozinski.
Asimismo, aseguró que les empieza a preocupar el retorno de la delincuencia. Caldera reveló que se han ido reagrupando nuevamente, cómo en Tejerías, por lo que el delito del secuestro debe ser abordado de inmediato, a pesar de que los casos han disminuido.
«La situación vivida en Tejerías, Aragua, Carabobo, Miranda, requieren una mesa de coordinación para prevenir que se incrementen delitos como el secuestro», asentó.
«Es un grave error pagar»
Por otro lado, la funcionario destacó la importancia del correcto accionar de la víctima en casos de extorsión. Entre los blancos preferidos de los delincuentes están los comerciantes. Sin embargo, detalló que desde las cárceles, intentan extorsionar a cualquier persona de la que tengan un mínimo de información. «Extorsionan al que vende perro calientes, al que tiene un tarantín, a los médicos, llaman a las clínicas, llaman a cualquier persona y comienzan a llamar y pedir dinero».
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«El gran porcentaje de las llamadas telefónicas siguen siendo desde centros penitenciarios. Pero cuando llaman a una persona y le dan datos personales de ellos o su familia, entran en pánico y lamentablemente, en vez de ir a la división antiextorsión, prefieren pagar. Al hacer el primer pago se incurre en un grave error. Las personas piensan que el delincuente los está observando y la mayoría de las veces lo que se aprovechan es de alguna información que publicó la persona en las redes, cualquier tipo de publicación, y toman el número. Entonces el delincuente, que está ocioso en los centros penitenciarios, comienzan el acecho», añadió.
Para finalizar, recalcó que lo ideal en estos casos es acudir al Cicpc a formular la denuncia. «También tiene una oficina de Antiextorsión y Secuestro de la Guardia, por si lo tiene más cerca. Esos son casos que hay que atenderlos y evitar hacer un pago, porque luego vuelven a llamarlos para exigir una cantidad mayor».
