¿Qué pasó en San Agustín? Nacho no se arrepiente de lo ocurrido y da su versión de los hechos

Kharelys Mendez
Por Kharelys Mendez 3 Min de Lectura
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Tras la polémica generada por la visita a San Agustín, el cantante Miguel Ignacio Mendoza, mejor conocido como Nacho,  rompió el silencio y contó su versión de lo ocurrido en esta popular parroquia de Caracas.

«Yo estaba relajado y cuando me estoy yendo  una señora de la comunidad se me acerca y me dijo: ‘Disculpa, no vayas a pensar que todos nosotros somos así, aquí todos queríamos que tú cantaras’. Cuando me monté en el carro me puse a pensar que es difícil creer que una persona que actúe de esa manera tenga a Dios en su corazón«, apuntó en un video publicado en sus redes.

Destacó que hay personas que creen que llamándote por tu nacionalidad es un «insulto». Aunque no la nombró directamente,  se trataría de la dirigente chavista Rodbexa Poleo que criticó al artista por haber recibido la nacionalidad colombiana.

«Yo me alegraría por un compatriota si le quieren dar la nacionalidad colombiana porque es bien recibido, es querido y es de aquí de Venezuela. Que bueno que una persona venezolana esté teniendo esa aceptación en otros países y ese recibimiento. Yo me siento muy orgulloso de ser colombiano, así como me siento muy orgulloso de haber nacido en Venezuela. Y si pudiera ser dominicano también fuera increíble porque me encanta República Dominicana. Y si pudiera ser ecuatoriano recibiría la nacionalidad con todo el amor del mundo», expresó.

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Además, resaltó que en todos esos países  ha podido vivir. «Yo me he sentido parte de la gente, esté donde esté».

Nacho apuntó que el plan era cantar y llevar alegría en el lugar. «La idea era que la gente pudiera disfrutar de algo que normalmente no disfrutan», dijo. 

«Yo me fui contento con la gente de allí y hoy los quiero más. La gente empezó a gritar Nacho, y yo me quedo con eso porque en realidad eso es lo que importa (…) Ahorita entiendo que hay que reaccionar, ante todo, con amor. Dios es tan perfecto que yo cuando llegué iba pasando por las barandas que colocaron y un niño estaba todo emocionado porque pensaba que yo iba a cantar y cuando iba saliendo lo vi y estaba llorando. Yo no hallaba como consolarlo, le dimos helado y al final terminé regalándole mi gorra», manifestó.

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Sin embargo, contó que cuando se iba del lugar le dijeron que ese pequeño era hijo de una de las señoras que estaba prohibiendo que cantara en el lugar.

«No me arrepiento, la pasé muy bien. Aprendí mucho de la experiencia y valió la pena», aseguró Nacho al director Wil Romero.

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