Cada semana sigue aumentando la cifra de migrantes venezolanos que deciden cruzar la selva del Darién en busca de un mejor futuro.
En lo que va de año más de 150.000 migrantes han cruzado la travesía que une a Panamá con Colombia, cifra récord según datos oficiales.
El punto de partida para muchos migrantes es Acandí, Chocó, una finca en la que estas personas tratan de dormir, se bañan y recargan baterías para seguir el peregrinaje.
Diariamente, a esta finca llegan entre 1.500 y 2.000 migrantes para tratar de cumplir el sueño americano.
La mayoría huye de la pobreza y la violencia con la esperanza de llegar a Estados Unidos. Entre los más de 150.000 que han cruzado la selva unos 21.570 son menores, informó el Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá.
Además, destacaron que en 10 meses ya han migrado más personas que en todo 2021, dónde contabilizaron 133.726.
“Ya ha habido un número sin precedentes de venezolanos que han puesto en riesgo su vida cruzando la densa selva entre Centroamérica y Sudamérica”, dijo a Reuters el jefe de la misión de la Organización Internacional para las Migraciones en Panamá, Giuseppe Loprete.
La mayor cifra de migrantes sigue proviniendo de Venezuela con 107.692, seguido de Haití con 8.613.
PANAMÁ PIDE COLABORACIÓN A PAÍSES DE LA REGIÓN
La Defensoría de Panamá consideró que las visas impuestas por muchos países pueden estar impulsando a la migración ilegal.
«Crisis humanitaria en el Darién se ha agudizado. Primero porque la cantidad de personas en movilidad humana que han pasado hacia Panamá supera los 150.000 en comparación con los 134.000 migrantes en todo el 2021. Y la tendencia es a seguir aumentando. Y segundo porque las condiciones de vulnerabilidad económica son evidentes, ciudadanos que están más expuestos a ser utilizados por los grupos armados ilegales y las organizaciones criminales”, destacó el defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
Además, las autoridades aseguraron que son el único país que ofrece asistencia humanitaria y de salud a los migrantes a lo largo del Tapón de Darién. Por ello, le piden solidaridad a la región para que entre todos puedan abordar esta crisis.
Luego de cruzar la selva, las autoridades trasladan a los migrantes a puntos de recepción y los transportan hasta la frontera con Costa Rica, donde pueden continuar su viaje.
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El ministro de Seguridad de Panamá dijo también que es necesario aumentar la seguridad en la frontera. Y así evitar que los migrantes sean víctimas de la delincuencia.
La agencia fronteriza de Panamá, Senafront, dijo en septiembre que al menos 18 migrantes han muerto este año al cruzar la selva del Darién.
El Tapón del Darién, un trayecto de 266 kilómetros de selva espesa e inhóspita, ha sido por décadas una ruta de migración irregular. Esto pese a los peligros que entraña, tanto por su entorno salvaje como por la presencia de grupos armados.