Estudios han confirmado que el estrés tiene un impacto en distintos sistemas del organismo humano. Ante este escenario, se vuelve crucial que las personas, especialmente aquellas en población de riesgo, estén atentas a los síntomas que les indica su cuerpo.
Aditi Nerurkar, médica especialista en estrés de Harvard Health, detalló que el estrés destaca especialmente por el agotamiento mental. Sin embargo, algunos ignoran los severos daños físicos que acarrea.
De acuerdo a especialistas, el estrés puede ser la causa de dolores musculares, alteraciones digestivas, insomnio y disminución de las defensas inmunológicas. En algunos casos, pasan inadvertidas o se confunden con otras afecciones.
«El estrés no solo afecta la mente, repercute en todo el organismo», expuso la experta al medio Good Housekeeping. En tal sentido, Nerurkar detalló los cuatro problemas físicos no mentales vinculados con esta reacción fisiológica.
SEÑALES DEL ESTRÉS:
Tensión muscular: se trata de unas de las principales consecuencias del estrés. Más allá de la rigidez en los músculos, esto termina causando cefaleas, dolor de espalda y bruxismo durante la noche.
Alteraciones al sistema digestivo: en momentos de estrés el organismo entra en modo supervivencia, afectando la eficacia de la digestión. Así pues, se generan hinchazón, náuseas y un apetito alterado.
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Trastornos del sueño: el estrés afecta la calidad del descanso nocturno, lo que causa insomnio y sensación de agotamiento. Cuando la mente se mantiene preocupada, disminuye la producción de melatonina, hormona esencial para dormir.
Compromiso de la inmunidad: las defensas inmunológicas se ven reducidas cuando hay estrés sostenido. En momentos de gran presión, la persona se ve más expuesta a infecciones y enfermedades.

