La administración del presidente de EEUU, Donald Trump, anunció este miércoles, 22 de octubre, nuevas sanciones contra las dos principales compañías petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, como parte de una estrategia para presionar al Kremlin a aceptar un alto el fuego inmediato en Ucrania.
«Ahora es el momento de detener la matanza y de un alto el fuego inmediato», dijo el secretario del Tesoro, Scott Bessent, al anunciar las sanciones contra Rosneft y Lukoil.
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«El Tesoro está dispuesto a tomar medidas adicionales si es necesario para apoyar los esfuerzos del presidente, Trump, para poner fin a otra guerra», dijo Bessent. «Animamos a nuestros aliados a que se unan a nosotros y se adhieran a estas sanciones», agregó.
Las sanciones incluyen restricciones financieras, comerciales y tecnológicas que afectan la capacidad de Rosneft y Lukoil para operar en mercados internacionales.
¿CUÁL SERÍA EL IMPACTO DE ESTAS SANCIONES?
Esto podría tener un impacto significativo en la producción y exportación de petróleo ruso, especialmente en un contexto de creciente aislamiento económico.
En concreto, el Departamento del Tesoro afirmó que las nuevas sanciones perjudicarán la capacidad del Kremlin para recaudar ingresos con los que financiar su guerra contra Ucrania.
La decisión también coincide con la cancelación de una cumbre entre Trump y Putin que iba a celebrarse en Budapest, lo que evidencia el deterioro de las relaciones bilaterales.
Asimismo, el anuncio de Bessett se registró después de la llegada del secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Mark Rutte, a Washington para mantener conversaciones con Trump en la Casa Blanca.

LAS SANCIONES «NO SON SUFICIENTES»
Desde el inicio de la guerra en Ucrania en febrero de 2022, Estados Unidos aplicó múltiples rondas de sanciones contra Rusia, pero esta es la primera vez en el segundo mandato de Trump que se dirigen directamente a las grandes petroleras. Sin embargo, las mismas no han sido suficiente para detener el sufrimiento ucraniano.
En concreto, Washington ha sancionado a más de 6.000 personas y entidades vinculadas a la maquinaria bélica rusa, acciones que ha ido ampliando y endureciendo en respuesta a nuevos ataques y las escaladas en el conflicto.
Pero, analistas internacionales consideran que este movimiento marca un cambio de tono en la postura de Washington, que hasta ahora había mantenido canales diplomáticos abiertos con Moscú.
La suspensión de la cumbre y el endurecimiento de las sanciones sugieren una estrategia más agresiva para forzar una resolución del conflicto.
Lo cierto, es que los intentos de Trump por poner fin a la guerra iniciada por la invasión total de Rusia a su vecino hace más de tres años no han logrado avanzar.
LO ATAQUE RUSOS CONTINÚAN
Este miércoles, drones y misiles rusos atacaron varios puntos de Ucrania, provocando la muerte de al menos seis personas, entre ellas una mujer y sus dos hijas pequeñas.
Los ataques se produjeron en oleadas durante la noche y afectaron al menos ocho ciudades ucranianas, además de un pueblo en la región de la capital, Kyiv. Allí, un ataque incendió una vivienda donde se encontraban la madre y sus hijas de seis meses y 12 años, informó el jefe regional Mykola Kalashnyk.
En la capital, que parecía ser el principal objetivo, al menos 29 personas resultaron heridas, incluyendo cinco niños, según las autoridades.
Por la tarde, drones rusos también alcanzaron una guardería en Kharkiv, la segunda ciudad más grande del país, mientras los niños se encontraban en el interior, señaló el alcalde Ihor Terekhov. Una persona murió y seis resultaron heridas, pero ningún menor sufrió daños físicos.