Nicolás Maduro habló nuevamente de las tensiones con el Gobierno de EEUU en medio del despliegue militar en el Caribe, por lo que afirmó que, ante las «amenazas» de Washington, el pueblo se volverá «más arrech*», y acotó que espera que los campesinos se preparen para «tomar las armas».
«El imperio norteamericano amenaza a la patria de Simón Bolívar. Y la patria de Bolívar dice: ‘Estamos más unidos que nunca’, para garantizar la soberanía, la paz y el derecho a la vida y al trabajo del pueblo de Venezuela», expresó Maduro en un acto el sábado.
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En ese sentido, dijo que el pueblo «le dice al imperio: ‘basta de amenazas'».
«El pueblo está unido, de pie y victorioso. Si algo somos los venezolanos es arrech*s ante cualquier dificultad, y si nos amenazan, más arrech*s nos ponemos», apuntó.
Además, manifestó su confianza en la «Unión Nacional Campesina Ezequiel Zamora para que se preparen integralmente y miles, y no exagero si digo millones, de campesinos y campesinas estén preparados para tomar las armas y defender la República Bolivariana de Venezuela si fuera agredida por el imperio norteamericano».
«Jamás, Venezuela puede ser tocada por el imperio norteamericano. El sagrado suelo de la patria, los sagrados mares de la patria y el sagrado cielo de la patria, debemos cuidarlos en perfecta unión popular, militar, policial», añadió.
LA CARTA QUE LE HABRÍA ENVIADO A TRUMP
En paralelo a sus declaraciones, surgió la información de que Maduro le habría enviado una carta el presidente de EEUU, Donald Trump, para retomar el diálogo por medio de Richard Grenell.
«Presidente, espero que juntos podamos derrotar las falsedades que han empañado nuestra relación, que debe ser histórica y pacífica. Estos y otros temas siempre estarán abiertos a una conversación directa y franca con su enviado especial (Richard Grenell) para superar el ruido mediático y las noticias falsas», pronunció Maduro en la carta, según Reuters.
Sin embargo, Trump redobló su campaña de presión contra el oficialismo venezolano, después de que el sábado advirtiera que pagarán un «precio muy alto» si no recibe a sus prisioneros y pacientes internados en instituciones psiquiátricas.