Una actriz de la película Dirty Dancing: Havana Nights afirmó que Harvey Weinstein se masturbó en su rostro mientras su asistente esperaba afuera de una habitación de hotel.
La mujer, identificada en la corte como «Ashley M.», temblaba y sollozaba mientras testificaba cómo el magnate del cine de Hollywood la eligió del elenco de bailarines que filmaban en Puerto Rico en 2003 y le exigió que le diera un «masaje desnudo».
Ashley M., que era una bailarina entrenada, dijo que tenía 22 años cuando trabajó en la secuela de Dirty Dancing, que fue producida por la excompañía de Weinstein, Miramax.
Reveló que Weinstein se le acercó cuando estaba a punto de filmar una escena con otros bailarines y la llevó afuera para una conversación privada.
«Dijo que solo sería un masaje desnudo… y que no nos preocupáramos”, relató Ashley M. entre lágrimas.
En su testimonio aseguró que él le comentó: «Mira a Gwyneth Paltrow y lo que hizo por su carrera».
La actriz de Dirty Dancing agregó que rechazó sus peticiones y se sintió aliviada cuando se pidió un descanso para la cena, pensó que podría evitar contacto con Weinstein.
Ella testificó el martes en el Tribunal Superior de Los Ángeles que cuando le dijo a un productor y un coreógrafo lo que había sucedido, no hicieron nada.
Cuando regresó de la cena, un severo Weinstein la estaba esperando, junto con su asistente, Bonnie Hung.
Dijo que Weinstein se volvió “muy agresivo” y le dijo que se subiera a la limusina con Hung.
Contó que, aunque tenía miedo, se subió a la limusina con Weinstein porque estaba segura de que Hung estaría con ella. Después del corto viaje de 10 a 15 minutos, la limusina se detuvo en un hotel.
El trío entró al hotel con Weinstein llevándolos a una puerta. Fue entonces cuando Ashley M. dijo que se dio cuenta de que no iba a una sala de reuniones sino a una habitación privada.
“Harvey abrió (la puerta) y entró, luego entré yo”, dijo entre sollozos. “Y Bonnie cerró la puerta detrás de nosotros”.
Weinstein inmediatamente se volvió agresivo y la empujó a la cama, relató. Le quitó la blusa y el sostén y también se desvistió, testificó Ashley M.
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“Él dijo: ‘No es como si estuviéramos teniendo sexo… es acurrucarnos desnudos’”, testificó Ashley M. “Estaba realmente asustada. No sabía qué hacer. Solo recuerdo en mi cabeza decir: ‘¿Qué hago?’ Sabía que era realmente grande y que Bonnie probablemente estaba ahí fuera. No sabía qué hacer”.
“Él eyaculó sobre mí… sobre mis senos y un poco se me subió a la cara (…) histérica me limpié y me vestí», dijo.
Dirty Dancing: Havana Nights fue producida por la antigua compañía de Weinstein y está protagonizada por Romola Garai y Diego Luna.
La actriz, que no ha sido identificada públicamente, tenía 22 años cuando trabajó en la secuela de la famosa película.
Weinstein se declaró inocente de 11 cargos de violación y agresión sexual que involucran a cuatro mujeres ligadas al entretenimiento.
Weinstein, de 70 años, cumple una sentencia de prisión de 23 años luego de una condena en Nueva York.
TNYP