Un barco de más de un siglo de antigüedad fue convertido en un hotel de lujo con más de 100 habitaciones

Carlos Ramiro Chacín
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La embarcación de vapor SS Medina zarpó por primera vez en 1914 de un astillero de Virginia, en Estados Unidos. Más de un siglo después, el empresario singapurense Eric Saw compró el que ahora es el barco de pasajeros más antiguo del mundo.

El barco ha tenido varios nombres y ha pasado por varios episodios. Todo comenzó como una embarcación de vapor, pero con el paso de los años fue reclutado durante la Segunda Guerra Mundial, luego se convirtió en un crucero y hasta fue una biblioteca flotante.

Tras una larga historia, el barco llegó a la isla tropical de Bintan, en Indonesia, reconocida por sus resorts y playas paradisíacas. Durante los últimos 15 años, Eric Saw invirtió unos 18 millones de dólares para convertirlo en un hotel de lujo.

Foto: cortesía

«Si no tuviera este proyecto, tal vez tendría un Ferrari y un Lamborghini en casa, y estaría navegando por el mundo cada año con mi familia», explicó el empresario a CNN desde el restaurante del barco.

EL BARCO ESTÁ EN TIERRA

Después de tener varios nombres, el barco ahora es llamado Doulos Phos (Sirviente de la Luz, en griego). Se encuentra sobre una lengua de tierra firma en forma de ancla que fue recuperada precisamente para el proyecto.

Foto: cortesía

En el interior del barco, hay 100 habitantes y suites. Aunque todavía cuenta con los ojos de buey como ventanas, su hélice y pesadas puertas metálicas, ahora funciona como un lujoso hotel en el mar de China meridional.

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El hotel abrió sus puertas en 2019, pero todo se vio empañado por la pandemia de la COVID-19. No fue hasta 2023, cuando se abrieron completamente las fronteras, que comenzó a operar con normalidad.

Foto: cortesía

A pesar de que de legalmente es un edificio, el empresario busca que los huéspedes se sientan en un barco que sigue navegando. En tal sentido, el personal es llamado «tripulación» y a las habitaciones se les conoce como «camarotes».

Foto: cortesía

El empresario logró salvar al barco del desguace y asegura que buscaba preservar el patrimonio. «Sentimos que podíamos conservar el legado de la embarcación», sentenció.

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