En medio de una ola de calor que azota algunas regiones de EEUU, murió Joshua Henderson, un joven jugador de fútbol americano de 16 años, cuya trágica historia sacudió a la comunidad de Tennessee.
De acuerdo con la información reseñada por People, el dramático caso se registró el pasado 7 de julio y durante un entrenamiento matutino en la Bolton High School, donde Joshua se desplomó en el campo.
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Su madre, que lo había dejado minutos antes, recibió una llamada urgente: su hijo no respondía. De inmediato, lo trasladaron al hospital, donde permaneció varias semanas luchando por su vida. Lamentablemente, el 26 de julio, la familia anunció su fallecimiento, atribuido a un golpe de calor severo que provocó insuficiencia orgánica.
La tragedia ha encendido alarmas sobre los riesgos del calor extremo en el deporte juvenil. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés), el calor es el fenómeno meteorológico más mortal en el país, con más de 2.000 muertes anuales.
LO QUE DIJO SU FAMILIA
En el caso de Joshua, las condiciones eran críticas: temperaturas cercanas a los 93°F y una sensación térmica de 101°F. Su familia denunció negligencia por parte del personal escolar, señalando que los jugadores no recibieron agua durante la práctica y que ningún entrenador lo visitó en el hospital.
Joshua no era solo un atleta destacado, se trataba de un joven lleno de sueños. Jugaba en la línea ofensiva y defensiva, y varias universidades ya habían mostrado interés en él.
Planeaba estudiar ingeniería en la Universidad de Florida con una beca deportiva. Su tía lo describió como un “gigante gentil”, amante de los videojuegos y los peluches, lejos del estereotipo del adolescente promedio.
