La ciudad de Nueva York está indignada después de que un asesino convicto, liberado en 2021, manoseara a una mujer en un parque en el condado de Westchester, lo que llevó nuevamente a su detención, generando así un aluvión de críticas de parte de legisladores que cuestionaron a la junta estatal que decidió excarcelarlo.
El depredador sexual quedó identificado como Robert McCain. Esta persona consiguió la libertad condicional al décimo intento, luego de cumplir cuatro décadas en la cárcel por el macabro asesinato y abuso de Paula Bohovesky, de 16 años, cometido en 1980.
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Trascendió que al asesino convicto lo aprehendieron una vez más por manosear a una mujer mientras ambos charlaban en un parque del condado de Westchester el 5 de julio.
«Este incidente vergonzoso y completamente predecible, destaca precisamente por qué a Robert McCain nunca se le debería haber otorgado la libertad condicional», fustigó el representante republicano Mike Lawler en un comunicado.
A McCain lo acusaron de un delito menor de tocamientos. Se le detuvo en la cárcel del condado con una fianza de 25 mil dólares, reseñó The New York Post. En cuanto a la víctima, una «conocida casual» del asesino convicto, le dijo a las autoridades que la toqueteó en el parque
Ahora, el sujeto permanecerá en prisión hasta una audiencia de revocación de libertad condicional.
EL MACABRO CRIMEN DE ROBERT MCCAIN EN 1980
A McCain y el coacusado Richard LaBarbera los condenaron en 1981 por el asesinato de Bohovesky. Cada uno recibió la pena máxima de prisión de 25 años a cadena perpetua.
Los depravados vieron a la adolescente mientras caminaba a casa de su trabajo de medio tiempo en Pearl River. McCain le arrojó una piedra a la cabeza y la golpeó. Después, ambos la arrastraron detrás de una casa vacía y la agredieron sexualmente, antes de que LaBarbera la apuñalara cinco veces por la espalda.
Su cuerpo se halló boca abajo cerca de un charco de sangre a la mañana siguiente y sus pantalones estaban alrededor de sus tobillos.
El asambleísta estatal, Matt Slater, señaló que el hecho de que la junta de libertad condicional dejara salir a un asesino de niños «debería enfermar a todos los neoyorquinos». «La junta de libertad condicional sigue siendo un fracaso vergonzoso que permite a los delincuentes y, en este caso, crea nuevas víctimas», arremetió.