En medio del caos provocado por las devastadoras inundaciones en Texas (EEUU), una imagen desgarradora conmueve al país: los cuerpos de Blair y Brooke Harber, de 13 y 11 años, fueron encontrados sin vida, con las manos entrelazadas y rosarios entre sus pertenencias.
De acuerdo con la información de CBS News, las niñas, originarias de Dallas, se encontraban de vacaciones con sus abuelos en la comunidad cerrada Casa Bonita, en Hunt, cuando el río Guadalupe se desbordó violentamente durante la madrugada del pasado 4 de julio.
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La tragedia se desató mientras las menores dormían en el primer piso de una casa de dos plantas. Sus padres, alojados en una cabaña cercana, despertaron a las 3:30 a.m. por el estruendo de la tormenta e intentaron rescatarlas, pero el agua subía a un ritmo de 30 centímetros por minuto, imposibilitando el acceso.
En un último acto de amor, Brooke logró enviar un mensaje de texto a su padre: “I love you”.
Horas después, los cuerpos de las niñas fueron hallados a 24 kilómetros del lugar, en Kerrville. La escena, según relataron familiares, mostraba a las hermanas unidas hasta el final, aferradas la una a la otra en medio del desastre.
Sus abuelos, Mike y Charlene Harber, continúan desaparecidos, mientras las labores de búsqueda y rescate siguen activas en la región.
Esta tragedia forma parte de un evento meteorológico sin precedentes en Texas, que ha dejado al menos 91 muertos y decenas de desaparecidos.
El río Guadalupe se elevó más de ocho metros en apenas 45 minutos, arrasando viviendas, campamentos y comunidades enteras. La Guardia Costera y equipos de emergencia han rescatado a más de 850 personas, muchas de ellas por vía aérea.
