Continúan saliendo detalles del atentado contra el senador y precandidato colombiano, Miguel Uribe Turbay, tras cumplirse una semana del ataque a tiros que lo mantiene en delicado estado de salud.
Ahora, el joven sicario de 15 años que disparó contra el dirigente de derecha, dio su testimonio del atentado. El medio Semana pudo conocer los impactantes relatos del agresor.
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El menor de edad narró que quien lo buscó y contrató para la «vuelta» era alguien a quien describió como «el patrón del barrio y el jefe de la olla». En su declaración, aclaró que era gente «muy peligrosa» y que necesitaba que protegieran a su abuela, la única persona que se ha preocupado por él.
En ese sentido, el adolescente mencionó que el jefe de la olla manda en su barrio e incluso podía matar a su abuela. Además, comenzó a proporcionar detalles de las personas involucradas y cómo opera la organización criminal de la que formaba parte. Señaló que solo trabaja para el jefe como jíbaro y reconoció que es de las pocas personas que han podido acceder a él, ya que son contados en su barrio quienes conocen su identidad.
EL JOVEN SICARIO SABÍA QUE LO IBAN «A MATAR»
El joven que disparó a Uribe Turbay comentó que le ofrecieron una recompensa de 20 millones de pesos (4.846,00 dólares) para cometer el atentado. Sin embargo, afirma que cuando aceptó, no sabía a quién tenía que ejecutar.
Tras ofrecer varios datos de interés, comentó que el ‘patrón’ le dijo que en el sitio, una gente lo esperaría y le daría todas las instrucciones. Incluso, le sugirieron que dejara de preocuparse porque todo estaba coordinado. Sin embargo, llegó a la conclusión de que en el plan él iba a terminar muerto. Esa versión se la dijo a la Fiscalía.
Cuando los investigadores le preguntaron por qué pensaba eso, la respuesta del chico fue que así lo concluyó, dado que lo dejaron solo en medio de la balacera y la persecución. «A mí me iban a matar en esa vuelta», confesó.
Sobre el dinero, manifestó que nunca le dieron la plata, ya que el «trato» era pagarle tras el crimen. Pero a día de hoy, se muestra convencido de que nunca le iban a dar esa plata porque consideraban que el joven sicario no saldría con vida de esa.
De hecho, hasta admite que se «salvó de milagro», dado que la seguridad de Uribe no respondió a su accionar disparándole.
Su declaración fue tan precisa que sirvió para corroborar la complicidad de ciertas personas y descartar a algunos sospechosos, cuyos nombres se llegaron a barajar.