En un caso que ha generado indignación y preocupación por la conservación de la vida marina, Zackery Brandon Barfield, un pescador de Florida (EEUU), terminó sentenciado a una dura condena por disparar y envenenar delfines nariz de botella en el Golfo de México.
De acuerdo con la información difundida por NBC News, al pescador lo condenaron a un mes de prisión y a pagar una multa de 51.000 dólares.
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Lo que se detalló, es que sus acciones estuvieron motivadas por la frustración de que los delfines se alimentaban de los peces capturados por sus clientes.
Barfield cometió estos crímenes entre 2022 y 2023, utilizando cebos envenenados con metomilo, un pesticida altamente tóxico que afecta el sistema nervioso de humanos y animales.
A pesar de conocer su peligrosidad, continuó empleándolo durante meses, alimentando a entre 24 y 70 delfines con peces contaminados.
Además, en varias ocasiones disparó a los delfines con una escopeta de calibre 12, incluso en presencia de niños y otros pescadores.
La investigación sobre sus acciones comenzó en 2023, tras una denuncia anónima recibida por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
De hecho, la colaboración entre la NOAA y la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida fue crucial para resolver el caso.
Las autoridades destacaron la importancia de esta cooperación para garantizar la protección de los mamíferos marinos y evitar que crímenes similares queden impunes.
En tanto, Barfield se declaró culpable de dos cargos de apropiación ilegal de un mamífero marino y uno por el uso de un pesticida prohibido a nivel federal.
Además de la pena de prisión y la multa, su sentencia incluye un año de libertad supervisada.
“Conocía las regulaciones sobre la conservación de delfines y aun así los mató o les disparó, incluso estando enfrente de niños”, declaró Adam Gustafson, fiscal federal para temas medioambientales, de acuerdo con la cadena de televisión estadounidense Telemundo.
La escopeta utilizada en los crímenes fue confiscada, y las autoridades esperan que este caso sirva como advertencia para quienes atenten contra la vida silvestre.
