El nombre de Lee’Lani Brooks, una niña de nueve años, se convirtió en un símbolo de valentía y tragedia en Nueva Orleans (EEUU) tras su muerte durante un tiroteo.
De acuerdo con lo reseñado por People, el pasado 12 de mayo, mientras jugaba frente a su casa, un tiroteo estalló en las cercanías. En un acto instintivo de protección, Lee’Lani intentó llevar a sus hermanos pequeños a un lugar seguro.
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Sin embargo, una bala perdida atravesó una ventana y la impactó en la cabeza, dejándola gravemente herida.
Tras el ataque, la menor fue trasladada de urgencia a un hospital, donde permaneció conectada a soporte vital. Cuatro días después, su familia tomó la difícil decisión de retirarle la asistencia médica tras ser declarada con muerte cerebral.
En tanto, las autoridades identificaron a Evan Rogers, de 19 años, como el principal sospechoso del tiroteo que implicó en la trágica muerte de Lee’Lani Brooks.
Rogers fue arrestado el 13 de mayo tras un operativo de cuatro horas en un hotel de la ciudad. Enfrenta cargos por intento de asesinato en segundo grado y uso ilegal de armas. Además, la policía confirmó la detención de una segunda persona vinculada al caso, aunque no ha revelado su identidad.
Letisha Johnson, madre de la menor fallecida, compartió un mensaje en la plataforma GoFundMe, donde la familia organizó una campaña para cubrir los gastos funerarios.
“Era una líder y se aseguraba de que todos los miembros más pequeños de la familia estuvieran a salvo. Su sonrisa era inolvidable y su personalidad, contagiosa”, escribió.
Como era de esperarse, este trágico incidente ha reavivado el debate sobre la violencia armada en barrios residenciales de Nueva Orleans.
La presencia de menores en entornos de alto riesgo preocupa a los residentes y autoridades locales, quienes han reiterado la necesidad de reforzar medidas de seguridad y control de armas para evitar más tragedias como la de Lee’Lani.
