Durante casi medio siglo, el asesinato de Jeanette Ralston permaneció sin resolver, dejando a su hijo sin respuestas sobre la muerte de su madre.
De acuerdo con lo detallado por News5Cleveland, en un giro inesperado, las autoridades de California lograron identificar al presunto responsable gracias a una huella dactilar encontrada en una cajetilla de cigarros dentro del vehículo de la víctima.
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En consecuencia, Willie Eugene Sims, de 69 años, terminó arrestado tras ser vinculado al crimen mediante pruebas forenses avanzadas.
A Ralston, de 24 años, la hallaron sin vida el 1 de febrero de 1977. Específicamente, en el asiento trasero de su Volkswagen Beetle, cerca de un bar en San José.
La investigación inicial reveló signos de estrangulamiento y agresión sexual, pero las pruebas disponibles en aquel entonces no permitieron identificar al culpable.
Décadas después, una actualización en el algoritmo de comparación de huellas del FBI permitió conectar la evidencia con Sims, quien residía en Ohio.
Además de la huella dactilar, análisis de ADN en las uñas de la víctima y en una camiseta utilizada para estrangularla coincidieron con el perfil genético de Sims.
Esta evidencia, procesada con tecnología forense avanzada, permitió a los investigadores confirmar su identidad. En el momento del crimen, Sims era soldado raso en una base militar en California. Un año después, fue condenado por asalto con intención de cometer asesinato en otro caso.
El arresto de Sims ha sido un momento crucial para la familia de Ralston, especialmente para su hijo, quien tenía solo seis años cuando su madre fue asesinada.
Tras décadas de incertidumbre, expresó su agradecimiento por la resolución del caso, calificándolo como un «regalo fantástico», debido a lo cercano de su cumpleaños.
La detención de Sims demuestra cómo la persistencia y los avances tecnológicos pueden brindar justicia incluso después de casi medio siglo.
Sims enfrentará un cargo de asesinato y se esperaba que compareciera ante el tribunal en San José este jueves.
Su extradición al condado de Santa Clara marcó el inicio del proceso judicial, mientras la comunidad observa con atención el desenlace de un caso que ha tardado casi 50 años en resolverse.
