El auge de los influencers IA en América Latina

Caraota Digital
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En un mundo cada vez más moldeado por la inteligencia artificial, una tendencia sorprendente está transformando silenciosamente el panorama de las redes sociales, el marketing y el entretenimiento: la aparición de influencers generados por IA. Lo que empezó como un fenómeno de nicho en mercados expertos en tecnología se está abriendo camino en América Latina, despertando curiosidad, admiración e incluso controversia.

Incluso en otros sectores como las casas de apuestas se está utilizando IA para recomendar eventos deportivos según la tendencia de apuestas que haga cada usuario. Esto personaliza la experiencia para que cada jugador reciba lo que desea.

Los influencers generados por IA -personalidades virtuales impulsadas por sofisticados algoritmos, diseño CGI y aprendizaje automático- se están convirtiendo en protagonistas de campañas de marcas, vídeos musicales, retransmisiones en directo e incluso discursos políticos. Y a medida que la línea entre la realidad y la simulación continúa difuminándose, la pregunta se vuelve más relevante que nunca: ¿verá América Latina a sus propias celebridades virtuales saltar a la fama?

¿Qué son los influencers IA?

Los influencers de IA son personajes totalmente digitales que interactúan con el público en plataformas como Instagram, TikTok y YouTube. A diferencia de los creadores de contenidos tradicionales, estos avatares no son personas reales detrás de una pantalla, sino construcciones digitales, a menudo gestionadas por empresas de marketing, laboratorios de IA o estudios creativos.

El ejemplo más famoso es Lil Miquela, una influencer virtual brasileña-estadounidense creada en Los Ángeles que cuenta con millones de seguidores y colabora con marcas de moda mundiales. Pero el fenómeno se está globalizando rápidamente.

Japón tiene a Imma, Corea del Sur a Rozy y España a Aitana López, una modelo de IA que recientemente sorprendió a sus seguidores apareciendo en portadas de revistas. Ahora, la tendencia apunta a América Latina.

¿Por qué América Latina?

América Latina es una de las regiones más comprometidas del mundo en lo que respecta al uso de las redes sociales. Países como Venezuela, México, Brasil y Colombia tienen comunidades online increíblemente activas, especialmente entre la generación Z y los millennials.

Esto ofrece un terreno fértil para el desarrollo y la adopción de influenciadores de IA, especialmente en mercados donde la confianza en las figuras de los medios tradicionales está disminuyendo, y los nativos digitales están más abiertos a personalidades no humanas que ofrecen autenticidad sin escándalo.

Además, la cultura latinoamericana es rica en música, moda, belleza y activismo, todos temas en los que los influenciadores de IA pueden prosperar con el toque local adecuado.

Primeros indicios de avatares de IA en la región

Aunque todavía no ha habido un influenciador de IA viral nacido y criado en América Latina, las startups y las agencias digitales de la región están empezando a explorar el concepto. En Argentina, un avatar digital llamado Sofi, creado por una empresa con sede en Buenos Aires, ha empezado a publicar contenidos en español sobre tecnología, estilo de vida y comida.

En México, se están utilizando DJ y VJ controlados por IA en festivales de música, donde el público anima a artistas virtuales proyectados en paredes de LED. Mientras tanto, algunas marcas locales han empezado a experimentar con portavoces de IA para campañas publicitarias, evitando las complicaciones de contratar a celebridades humanas. Es sólo cuestión de tiempo que la región vea a su primera estrella de la IA.

Ventajas e inconvenientes

Desde el punto de vista empresarial, los influenciadores de la IA tienen varias ventajas. Nunca envejecen, nunca se cansan y son inmunes a los escándalos de relaciones públicas. Pueden trabajar 24 horas al día, 7 días a la semana, en varios idiomas y adaptarse a las necesidades de la marca al instante.

Para las marcas que se enfrentan a la incertidumbre económica o que buscan campañas asequibles en los mercados emergentes, esto puede cambiar las reglas del juego. Pero hay cuestiones éticas. ¿Qué ocurre cuando los seguidores creen que están interactuando con una persona real? ¿Pueden los avatares de la IA comentar cuestiones políticas o sociales sin rendir cuentas? ¿A quién pertenecen los derechos sobre su identidad? ¿Y podrían quitar el trabajo a creativos, modelos o artistas reales?

En América Latina, donde el desempleo y la desinformación ya son problemas graves, el rápido auge de los influenciadores de IA podría crear una nueva ola de desigualdad digital.

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