El trágico asesinato de Jessica Hoyle, una maestra de primer grado en El Bronx, ha conmocionado a la comunidad de Nueva York (EEUU).
De acuerdo con Daily News, a la maestra, de 31 años, la encontraron sin vida en su apartamento tras recibir un disparo en la cabeza.
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Según las autoridades, su novio, principal sospechoso del crimen, se disparó a sí mismo cuando la policía intentó detenerlo dos días después.
Lo que se detalló, es que la madre de Hoyle, quien vive en el apartamento de abajo y utiliza una silla de ruedas, escuchó el disparo fatal y llamó al 911.
Según su testimonio, la pareja había estado discutiendo durante todo el día antes del incidente. Cuando la policía llegó al lugar, encontró a Hoyle sin vida y el sospechoso ya había huido, dejando su vehículo estacionado cerca del lugar del crimen.
Dos días después, el sospechoso fue localizado en un apartamento en Baychester, donde se había escondido con un conocido.
Durante el intento de arresto, el hombre se atrincheró y, tras horas de negociaciones con la policía, se disparó. De inmediato, fue trasladado a un hospital, pero no se ha confirmado su estado de salud o si sobrevivió.
Jessica Hoyle era una maestra muy querida en la escuela “Children’s Aid College Prep Charter School” en Crotona.
Sus colegas y estudiantes han expresado su dolor por la pérdida de una educadora dedicada y apasionada. Sin dudas, este caso ha dejado una profunda huella en la comunidad educativa y ha reavivado las conversaciones sobre la necesidad de proteger a las víctimas de violencia doméstica.
