El sur de California (EEUU) enfrenta una nueva advertencia de bandera roja debido a la llegada de fuertes vientos de Santa Ana, que aumentan significativamente el riesgo de incendios forestales.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) declaró una «situación particularmente peligrosa» (PDS) para los condados de Los Ángeles y Ventura, con vientos que podrían alcanzar hasta 160 km/h (100 mph) en las montañas y 113 km/h (70 mph) en la costa.
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Es por ello, que las autoridades han instado a los residentes a tomar medidas de precaución, como preparar kits de emergencia y mantener los autos con al menos medio tanque de gasolina.
También se ha emitido un aviso de polvo y ceniza debido a la posibilidad de que los fuertes vientos dispersen restos de incendios existentes.
Los bomberos están en alerta máxima, ya que cualquier material ardiente podría ser levantado por el viento y propagarse más allá de las líneas de contención.
Actualmente, los bomberos están combatiendo dos grandes incendios en el área de Los Ángeles, los de Palisades y Eaton, que han destruido más de 14.000 estructuras desde su inicio el 7 de enero.
Aunque se ha logrado un avance significativo en la contención de estos incendios, las condiciones climáticas adversas representan un desafío constante.
El incendio Palisades ha quemado más de 96 km² (37 millas cuadradas) cerca de la costa del Pacífico, y aunque está contenido en un 52 %, hay áreas que continúan ardiendo.
Hasta este lunes el incendio de Eaton, que ha carbonizado más de 14.000 acres y ha matado al menos a 17 personas, estaba contenido en un 81 %.
Se informó que el gobernador de California, Gavin Newsom, ha desplegado recursos adicionales, incluyendo camiones de bomberos y aeronaves de descarga de agua, para garantizar una respuesta rápida en caso de nuevos incendios.
