Conmoción en Florida: Colocó fentanilo en el tetero de su bebé para calmarlo y todo terminó en tragedia

Jhoan Melendez
Por Jhoan Melendez 3 Min de Lectura
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Foto: Cortesía

Una madre adolescente ha sido acusada de homicidio culposo en Florida, después de que colocara fentanilo en el tetero de su bebé de solo nueve meses tras usar una fórmula que creía contenía cocaína, con el fin de «calmarlo» para irse a tomar una siesta.

Este hecho le produjo una sobredosis mortal al pequeño, según el jefe de la policía del condado de Nassau, Bill Leeper.

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A la madre, de solo 17 años de edad, la acusaron de homicidio culposo con agravantes y de estar en posesión de una sustancia controlada, agregó. Por temas de edad, no se dio a conocer a su identidad.

El hecho ocurrió el pasado 26 de junio en una vivienda de la localidad de Callahan, donde patrulleros hallaron al bebé, el cual no respiraba ni tenía pulso. Cuando lo trasladaron a un hospital de Jacksonville, los médicos declararon muerto al infante.

«En un principio, la madre declaró que no sabía qué había pasado, que simplemente puso a dormir al niño y luego no pudo despertarlo», narró el oficial.

INCONGRUENCIAS EN EL RELATO

No obstante, la mujer mostró incongruencias en su relato, una vez el reporte del forense el 10 de julio reveló que el niño falleció por sobredosis de fentanilo.

En un principio, la adolescente negó su culpabilidad en la muerte de su hijo. Sin embargo, luego confesó que estaba consciente de qué drogas había puesto en el tetero de leche que le dio a la víctima.

«La madre estaba cansada y quería descansar un poco, de modo que le dio al bebé un biberón (tetero) y lo acostó en la cuna. Si una madre está agotada, es normal que le dé a su hijo un biberón de leche; pero lo que no es normal, es lo que la mujer puso en el pomo para que el bebé se durmiera. Llenó la botella con la fórmula, luego fue al baño, encontró una píldora de lo que creyó era cocaína y se la puso», declaró Leeper.

La acusada colocó varias pastillas de fentanilo en el tetero con el fin de calmar al bebé y se durmiera. «Pero nunca se despertó», acotó el agente policial.

Aunque en la casa había otras personas presentes, no existen pruebas de que supieran lo que ocurrió, reseñó El Nuevo Herald.

Posteriormente, se supo que el padre del bebé es también un adolescente de 17 años.

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