El expresidente y actual candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, realizó una osada promesa que podría darle la victoria en Nevada, estado clave en la carrera presidencial que se dirimirá en los comicios del próximo 5 de noviembre.
Durante un mitin en Las Vegas, el magnate prometió que lo primero que haría al llegar a la Casa Blanca sería eximir de impuestos a las propinas. Esta noticia tiene un gran impacto en los habitantes de la ciudad, cuya área metropolitana concentra más de dos tercios de la población de Nevada y donde los trabajadores de la hostelería tienen un gran peso.
Con 3,2 millones de habitantes, Nevada es el menos poblado de los siete Estados decisivos de las presidenciales norteamericanas, pero sus seis votos del Colegio Electoral pueden inclinar la balanza en más de una docena de combinaciones de posibles resultados.
El candidato republicano ya ha ido paseando la idea por el país, pero insiste especialmente en ella cada vez que pisa la conocida ciudad del pecado,
“Los trabajadores de los hoteles y la gente que recibe propinas vais a ser muy felices, porque cuando llegue al cargo, no vamos a cobrar impuestos sobre las propinas”, adelantó Trump en junio en un mitin en Las Vegas.
OFERTA ENGAÑOSA
Donald Trump aseguró que sería “lo primero que haría en el cargo”, una afirmación algo engañosa, pues no es una decisión que pueda tomar el presidente, sino que corresponde al Congreso, según reseña El País de España.
Aunque llena de contraindicaciones, la propuesta del abanderado republicano, a costa del erario público, dio en el blanco.
Las señales de alarma se encendieron para los demócratas y en su primer mitin en Las Vegas tras relevar a Biden en la candidatura demócrata, Kamala Harris dobló la apuesta.
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“Continuaremos nuestra lucha por las familias trabajadoras de Estados Unidos, incluida la subida del salario mínimo y la eliminación de los impuestos sobre las propinas para los trabajadores de los servicios y la hostelería”, dijo la vicepresidenta.
En este sentido, Trump arremetió contra su contrincante desde su red social, Truth. “Kamala Harris (…) acaba de copiar mi política de no impuestos a las propinas (…) No tiene ideas, solo puede robármelas”, afirmó el republicano.
Lo que si es cierto es que la batalla presidencial continúa, con unos Estados Unidos cada vez más polarizados entre los que aprueban las polémicas políticas de Trump y aquellos que se oponen fervientemente a la vuelta del magnate a la Casa Blanca.
