La hasta ahora directora del Servicio Secreto estadounidense, Kimberly Cheatle, dimitió este martes, 23 de julio, tras las críticas suscitadas por los errores en la seguridad del mitin en Butler (Pensilvania) en el que el expresidente Donald Trump sufrió un intento de asesinato.
Durante una audiencia, Cheatle asumió “la responsabilidad completa” del lapso en “seguridad” de su agencia y aseguró que coopera con las investigaciones en curso sobre el atentado.
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La oposición republicana había pedido su renuncia, y el Departamento de Seguridad Nacional anunció una investigación independiente para esclarecer qué falló en el operativo.
Cheatle dijo en su carta de renuncia que tomó la “difícil” decisión de dejar la agencia “con gran pesar” y que no quiere que su partida distraiga a los agentes de su misión.
“A la luz de los acontecimientos recientes, con gran pesar he tomado la difícil decisión de dejar el cargo de directora”, escribió Cheatle.
Asimismo, aceptó que el 13 de julio, el día del tiroteo, la agencia “no cumplió” con su misión. El objetivo de “proteger a los líderes de nuestra nación”.
CRÍTICAS AL SERVICIO SECRETO
Días antes, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, admitió que el intento de asesinato a Trump fue un “fallo” de seguridad.
“Cuando digo que algo así no puede suceder, estamos hablando de un fallo”, afirmó Mayorkas en declaraciones concedidas a la cadena estadounidense de noticias CNN.
