La justicia española está investigando a una funeraria por la presunta venta ilegal de cadáveres a universidades. Inicialmente, dos empleados de la empresa estaban bajo investigación, pero la Fiscalía busca determinar la responsabilidad de los propietarios en este macabro negocio.
Actualmente, existen dos causas abiertas relacionadas con este caso: una por irregularidades en la venta de un cadáver específico y otra por la posible existencia de una red criminal dedicada a esta actividad ilícita.
La reciente decisión de la Audiencia Provincial de Valencia se centra en la primera causa, específicamente en la venta del cuerpo de un hombre fallecido en el hospital La Fe a una universidad. Aunque el juez instructor considera que el delito de falsedad documental en el Registro Civil lo cometieron únicamente los empleados, la Fiscalía sostiene que la participación de los dueños es evidente.
Los cuatro sospechosos, dos empleados y dos dueños de entre 41 y 74 años, fueron detenidos en enero y posteriormente liberados bajo fianza, reseñó La Vanguardia.
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La Policía sospecha que la funeraria facturó 5.040 euros a una universidad por 11 incineraciones de cuerpos que no aparecen registradas en ninguna incineradora de la ciudad.
Se cree que los investigados introducían restos de cuerpos diseccionados en féretros de otros difuntos para incinerar varios a la vez, reduciendo costos y obteniendo beneficios ilícitos.
La investigación se inició a principios de 2023 tras descubrirse la sustracción irregular de un cadáver de la morgue de un hospital. Se falsificaron documentos para trasladar el cuerpo a una universidad en lugar de darle sepultura, vendiéndolo por casi 1.200 euros sin consentimiento familiar.
Según la Policía, los investigados buscaban fallecidos sin familiares, preferiblemente extranjeros o en situación de vulnerabilidad.
