Gemelas que fueron robadas y vendidas por separado al nacer se reencontraron 19 años después

Valentín Romero
Por Valentín Romero 5 Min de Lectura
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Gemelas que fueron robadas y vendidas por separado al nacer se reencontraron 19 años después
Foto: BBC / Woody Morris

Dos gemelas idénticas quienes fueron robadas de su madre al nacer y vendidas a familias distintas se reencontraron 19 años después, gracias al alcance de las redes sociales.

Amy y Ano, las protagonistas de esta historia de película, se descubrieron por casualidad, gracias a un concurso de talentos de televisión y a un video de TikTok.

Tras ponerse en contacto, las jóvenes empezaron a indagar en su pasado y descubrieron que formaban parte de los miles de bebés robados de hospitales y vendidos en Georgia, nación del este de Europa.

Las gemelas viajaron a Alemania en busca de respuestas Tienen la esperanza de encontrar en ese país la pieza que falta del rompecabezas. Allí van a conocer a su madre biológica.

Es el final de un largo viaje que les ha tomado los dos últimos años, donde han ido construyendo una imagen de lo que ocurrió.

Y a medida que fueron desentrañando la verdad, se dieron cuenta de que no fueron las únicas, que hay decenas de miles de personas que, durante décadas, también fueron sacadas de hospitales cuando eran bebés y vendidas en Georgia.

Ha habido intentos por parte de las autoridades de investigar lo ocurrido, pero nadie ha tenido que rendir cuentas todavía.

GEMELAS IDÉNTICAS

La historia de cómo Amy y Ano se descubrieron mutuamente comienza cuando tenían 12 años.

Amy Khvitia estaba en casa de su madrina, cerca del mar Negro, viendo su programa de televisión favorito, Georgia’s Got Talent, según reseña BBC Mundo.

De repente apareció concursando una chica bailando jive que era exactamente como ella. No es que se parecía, era idéntica.

«Todo el mundo llamaba a mi madre y le preguntaba: ‘¿Por qué Amy baila con otro nombre?'», recuerda la joven.

Amy se lo comentó a su familia, pero no le dieron importancia. «Todo el mundo tiene una doble», dijo su madre.

Siete años después, en noviembre de 2021, Amy publicó en TikTok un video en el que aparecía con el pelo azul haciéndose un piercing en la ceja.

A 320 km de distancia, en Tiflis, otra joven de 19 años, Ano Sartania, recibió el video a través de una amiga. Le pareció «genial que se pareciera a mí».

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Ano intentó localizar en internet a la chica de la ceja perforada, pero no pudo encontrarla, así que compartió el video en un grupo de WhatsApp de la universidad para ver si alguien podía ayudarla.

Alguien que conocía a Amy vio el mensaje y las conectó en Facebook.

Amy supo al instante que Ano era la chica que había visto hace tantos años en el concurso de talentos en televisión.

«Hace tanto tiempo que te busco», le envió un mensaje. «Yo también», respondió Ano.

En los días siguientes descubrieron que tenían mucho en común, pero no todo tenía sentido.

Ambas nacieron en la maternidad de Kirtskhi -que ya no existe-, en el oeste de Georgia, pero, según sus certificados, sus fechas de nacimiento se diferenciaban en un par de semanas.

Según estos documentos, no podían ser hermanas, y mucho menos gemelas.

DEMASIADAS SIMILITUDES

Pero había demasiadas similitudes. Les gustaba la misma música, a las dos les encantaba bailar e incluso llevaban el mismo peinado.

Descubrieron que tenían la misma enfermedad genética, un trastorno óseo llamado displasia.

Era como si estuvieran desentrañando juntas un misterio. «Cada vez que aprendía algo nuevo sobre Ano, las cosas se volvían más extrañas», dice Amy.

Quedaron en verse y, una semana más tarde, cuando Amy se acercaba a lo alto de la escalera mecánica de la estación de metro de Rustaveli, en Tiflis, ella y Ano se vieron en persona por primera vez.

«Fue como mirarse en un espejo, exactamente la misma cara, exactamente la misma voz. Yo soy ella y ella es yo», dice Amy. Entonces supo que eran gemelas.

Definitivamente una fantástica historia, digna de un guion de Hollywood, pero que desnuda una triste realidad que se vive en esos países de Europa del este.

En 2022, el gobierno georgiano inició una investigación sobre el tráfico histórico de menores, la cual se mantiene en curso.

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