El gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó este lunes unas polémicas leyes que permite a las autoridades locales detener a los migrantes ilegales y deportarlos de Estados Unidos, bajo la amenaza de severas penas de cárcel.
Esta nueva legislación entrará en vigor en marzo y tipifica el nuevo delito de ingreso ilegal a Texas, con penas de 180 días a 20 años en la cárcel. En caso de que los migrantes no acepten abandonar el país, serán procesados.
Abbott precisó que estas leyes, llamadas SB 4, buscan «frenar la oleada de ingresos ilegales a Texas». Mientras tanto, continuará con la Operación Lone Star, la cual busca detener a los migrantes ilegales apenas ingresan al estado.
«Más de 489.500 detenciones de inmigrantes ilegales, más de 37.500 detenciones de criminales, incautadas más de 450 millones de dosis mortales de fentanilo y más de 80.000 migrantes trasladados en autobús a ciudades santuario», agregó.
CRITICA A BIDEN
Por su parte, el gobernador republicano criticó fuertemente la política migratoria del presidente Joe Biden. Aseguró que sus medidas no han dado resultado, a la vez que elogió las estrategias del exmandatario Donald Trump.
«Hace cuatro años Estados Unidos tuvo las cifras más bajas de cruces ilegales en casi 40 años, gracias a cuatro políticas establecidas por el gobierno de Trump: ponerle fin a la detención y liberación, el Título 42, permanecer en México», dijo Abbott.
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El gobernador dijo que la Administración de Trump consiguió un «número tan bajo» de migrantes ilegales. «Ahora bajo el presidente Biden él ha eliminado todas esas políticas y no ha hecho nada para frenar la inmigración ilegal», sentenció.
Las autoridades calculan que, durante las últimas semanas, unos 2.000 migrantes irregulares cruzan hacia Texas diariamente. Muchos de ellos son venezolanos, centroamericanos y haitianos.