Un descuido del siete veces campeón del mundo de la F1, Lewis Hamilton, le costó una gran troleada durante una entrevista en Japón. El británico estaba concediendo declaraciones para la televisión, sin percatarse que en el fondo había un código QR con el menú del restaurante del equipo.
¿Qué podía salir mal? Muchos seguidores no pasaron desapercibido este detalle y escanearon el código. Posteriormente, empezaron a hacer miles de pedidos de Red Bull a nombre de Hamilton, Russell e incluso del director de la escudería Toto Wolf.
Al tratarse de un restaurante privado del equipo Mercedes, obviamente los pedidos no iban a llegar. Sin embargo, esto tomó por sorpresas a los empleados del lugar que por un momento estuvieron desconcertados ante la situación.
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“Estábamos sirviendo al equipo Mercedes y a los invitados corporativos cuando, de repente, el sistema se volvió loco. Fuimos bombardeados con miles de pedidos de bebidas Red Bull, muchas de ellas de Hamilton, Russell y Wolff. Siendo nuestros rivales, solo tenemos un stock limitado de Red Bulls y, por supuesto, no hacemos publicidad. No hemos podido seguir el ritmo de los pedidos”, señaló un empleado en declaraciones recogidas por el portal Global247news.
Asimismo, el empleado admitió que hasta el momento no han cambiado el código QR y siguen llegando los pedidos.
A pesar de que desde 2014 hasta 2021 Mercedes tuvo un dominio total en la F1, en las últimas dos temporadas la categoría ha tenido un cambio de 180 grados. Desde 2022, Red Bull es el máximo dominador y no pareciera que hubiera ningún equipo capaz de hacerle frente.
